En México, para ser específicos en el Estado de Chiapas, habita un ave “parecida” a un unicornio por su cuerno, el pavón, conocido también como "unicornio del bosque de niebla".
Dicen que en México el pavón (Oreophasis derbianus) toma su nombre común
por las características del plumaje; en Guate- mala lo llaman pavo de cacho por
la estructura ósea, desnuda, casi vertical que corona su cabeza, de color rojo
coral y mide casi 6 cm de largo. Es un ave relativamente grande, de 90 cm de
longitud, perteneciente a la familia Cracidae, compuesta por 50 especies de
aves galliformes, que viven en los bosques tropicales y subtropicales de América
y muchas de las cuales están amenazadas o en peligro de extinción en la mayor
parte de su distribución, debido a eventos como la destrucción y alteración de hábitat
y cacería de subsistencia. A ella también pertenecen otros parientes cercanos
del pavón como las chachalacas, pavas y hocofaisanes.
En México, el pavón habita en gran parte de
la Sierra Madre de Chiapas y posiblemente en Oaxaca (Los Chimalapas), y en Guatemala
en la cordillera central. Uno de los sitios más importantes para esta ave, en
la Sierra Madre de Chiapas, es el bosque de niebla de la Reserva de la Biosfera
El Triunfo. Allí el bosque de niebla es denso, con una altura que oscila entre
los 20 y 30 m, aunque hay árboles emergentes, como los encinos, que alcanzan
los 40 m de altura. El dosel presenta dos estratos arbó- reos, uno de 6 a 12
metros y otro de 15 a 30 metros donde las copas de árboles emergentes se encuentran
bastante separadas unas de otras. Es irregular siendo más homogéneo en el
estrato medio y bajo. El estrato arbustivo y arbóreo bajo se caracterizan por
la presencia de helechos arborescentes de varias especies con alturas de hasta
10 m y otras de menos de 2 m de altura. Desde el punto de vista de la fauna, la
Reserva es un sitio de gran diversidad de especies, donde vive también otra de
las aves más espectaculares del mundo: el quetzal Pharomachrus mocinno.
El
futuro de nuestro unicornio y su hábitat
El pavón se encuentra en peligro de extinción,
y cuenta con un proyecto de conservación a largo plazo, por medio del cual se
trabaja en programas in situ y ex situ. Uno de los factores más
críticos que atentan contra su preservación es la alteración y destrucción
del bosque de niebla en la Sierra Madre de Chiapas, principalmente en el
interior de la Reserva de la Biosfera El Triunfo y en la zona de Los
Chimalapas, Oaxaca. La expansión de la agricultura, sobre todo el cultivo de
café, se ha incrementado en la Sierra por lo que nuevos asentamientos humanos
se han establecido en las montañas. Afortunadamente, a la fecha hay un mayor
conocimiento sobre el estado de conservación y distribución del bosque de
niebla en la Reserva, así como una visión de las tendencias en el avance de
la frontera agropecuaria, con base en los sistemas de información geográfica.
Sin embargo, es necesario realizar este tipo de evaluaciones en las zonas de
posible ampliación o creación de nuevas áreas de conservación de la Sierra:
el oeste, norte y el sur incluido el Volcán Tacaná. Hasta el momento, la
única protección real para el pavón se encuentra en la Reserva de la
Biosfera El Triunfo.
Además, estudios actuales sobre
calentamiento global y la distribución de los crácidos mexicanos ubican al
pavón como la especie con el mayor potencial de extinción debido a la
desaparición de su hábitat por el cambio del clima. Es urgente y necesario
profundizar en la ecología de la especie para conocer sus requerimientos y
determinar si es factible en un futuro cercano iniciar programas de
introducción y/o traslocación del pavón en otras áreas similares de bosque
mesófilo, ya sea dentro de su actual área de distribución o fuera de ella.
En la Sierra Madre de Chiapas se
estima que el bosque de niebla cubre aproximadamente 100 mil hectáreas en
forma de franja, que corre de sureste a noroeste a lo largo de buena parte de
la Sierra. Dentro de la Reserva de la Biosfera El Triunfo se encuentra lo que
es quizá la superficie más extensa de bosque de niebla en el sureste del
país, es decir alrededor de 50 mil hectáreas continuas. Sin embargo, el bosque
de niebla está desapareciendo rápidamente. Ha sido destruido en mayor o menor
grado como resultado de asentamientos humanos, agricultura, ganadería,
pastoreo y cultivo de café, de tal modo que la continuidad del bos- que en la
Sierra, y sobre todo en la Reserva, se encuentra amena- zada o incluso ya
fragmentada. Un “cinturón” de vegetación se- cundaria parece interrumpir esta
continuidad hacia la parte norte de la Reserva, así como también en sus
partes media y sureste, lo cual es una amenaza potencial para las cinco zonas
núcleo, es decir, las mejor conservadas de la Reserva. Éstas son las áreas
críticas y de importancia para la conserva- ción del bosque de niebla y para
nuestro unicornio de cuerno rojo. Dado que la Reserva es la única zona que
proporciona protección al pavón, deben considerarse los impactos reales y
potenciales que amenazan con la formación de un archipiélago de vegetación
en el mediano plazo al interior de ella y a lo largo de la Sierra Madre de
Chiapas.
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