MATRACA CHIAPANECA

lunes, 28 de julio de 2014

Edición: Patricia Mérida.  


Es una especie insectívora que con frecuencia se observa en grupos familiares.

Tamaño mediano, con una longitud total de entre 203 y 215 mm, peso promedio 49 g y sexos similares. Corona y nuca negras, línea superciliar blanca, lores y línea postocular color negro. Dorso y rabadilla color castaño o rojizo-canela oscuro, rabadilla a veces con puntos blancos, alas café oscuro o negruzcas con barras negras inconspicuas o sin barrado, cobertoras superiores de la cola color canela, a veces con barras transversales oscuras e inconspicuas; vientre blanco; abdomen y cobertoras inferiores de la cola ocasionalmente color beige; a veces los flancos con puntos muy pequeños negros o café oscuro que pueden formar barras incompletas, cola negruzca con punta blanca u oscura y barras color beige, rectrices externas con barras blancas; pico negruzco y tarso negro o café grisáceo.

Existe variación en lo que se refiere al punteado del vientre de acuerdo al sexo. Juveniles similares a los adultos en patrón y color pero con partes superiores más claras, corona más clara, barra subterminal de la cola color beige blancuzco y más ancha, raya superciliar más beige. Muda general en julio.

Distribución actual: Es una especie endémica de la vertiente de pacífico de Chiapas, se le encuentra desde Arriaga hasta cerca de la frontera con Guatemala.

Prefiere los sitios donde existen arbustos de Acacia, Habita en sitios con clima cálido subhúmedo.


Tipo de ambiente

Bosque tropical subcaducifolio y perenifolio. También en sitios cercanos a habitaciones humanas y cultivos.

Es una especie insectívora. Forrajea en o a unos cuantos metros del suelo, rara vez más alto. Busca su alimento en las ramas, rara vez en hojas. Pasa la mayor parte del tiempo en la base de grandes árboles explorando hendiduras entre las raíces. También en montones de ramas apiladas y en árboles o arbustos muertos.

Por lo general se les observa trepando lianas de los árboles y arbustos espinosos. Los troncos de cercas o postes los usan para perchar, volando por distancias cortas. Forman grupos familiares. Su canto consiste en la repetición de una sola nota, la cual es emitida en un segundo o fracción de segundo. La hembra y el macho cantan al unísono, puede haber coros entre varios individuos.

El nido es voluminoso. Por lo general, ponen sus nidos en las acacias (Acacia sp.) a una altura de 3 a 3.5 m. El material utilizado en la construcción es paja, varitas de hierbas, ramas de enredaderas y otros materiales similares; el nido mide 356 mm de alto por 279 mm de diámetro en promedio. En el mes de julio, Skutch (1940) observó muchas parejas y encontró un nido con dos polluelos y un huevo infértil de color beige claro muy moteado con café, que medía 26.2 x 17.5 mm. Se cree que tienen ayudantes no reproductores. A 30.5 m de distancia del nido reproductor, donde la hembra cuidaba a los polluelos, Skutch (1977) encontró un nido más pequeño, sobre un cornizuelo, que tenía una sola entrada, éste era el nido dormitorio del macho, la hembra dormía en el nido reproductor.


La zona costera de Chiapas se ve amenazada por la agricultura, ganadería, deforestación y el desarrollo urbano. Sin embargo, la pérdida del hábitat parece no afectar en gran medida a la especie, ya que se le puede encontrar tanto en cultivos como cerca de habitaciones humanas. Hasta no contar con mayor información sobre su conducta reproductiva, no se podrá conocer el efecto de la pérdida de hábitat en el éxito de la especie.


Se trata de una especie endémica, restringida a una zona muy pequeña (la costa de Chiapas) y aunque no parece verse afectada por la perturbación humana, su rango tan restringido puede ocasionar que su situación sea preocupante en algunos años, además de no ser muy común en las áreas donde se encuentra.


0 comentarios:

Publicar un comentario