Edición: Patricia Mérida.
Es una especie insectívora que con frecuencia se observa en
grupos familiares.
Tamaño mediano, con una longitud total de entre 203 y 215
mm, peso promedio 49 g y sexos similares. Corona y nuca negras, línea
superciliar blanca, lores y línea postocular color negro. Dorso y rabadilla
color castaño o rojizo-canela oscuro, rabadilla a veces con puntos blancos,
alas café oscuro o negruzcas con barras negras inconspicuas o sin barrado,
cobertoras superiores de la cola color canela, a veces con barras transversales
oscuras e inconspicuas; vientre blanco; abdomen y cobertoras inferiores de la
cola ocasionalmente color beige; a veces los flancos con puntos muy pequeños
negros o café oscuro que pueden formar barras incompletas, cola negruzca con
punta blanca u oscura y barras color beige, rectrices externas con barras
blancas; pico negruzco y tarso negro o café grisáceo.
Existe variación en lo
que se refiere al punteado del vientre de acuerdo al sexo. Juveniles similares
a los adultos en patrón y color pero con partes superiores más claras, corona
más clara, barra subterminal de la cola color beige blancuzco y más ancha, raya
superciliar más beige. Muda general en julio.
Distribución actual: Es una especie endémica de la vertiente
de pacífico de Chiapas, se le encuentra desde Arriaga hasta cerca de la
frontera con Guatemala.
Prefiere los sitios donde existen arbustos de Acacia, Habita
en sitios con clima cálido subhúmedo.
Tipo de ambiente
Bosque tropical subcaducifolio y perenifolio. También en
sitios cercanos a habitaciones humanas y cultivos.
Es una especie insectívora. Forrajea en o a unos cuantos
metros del suelo, rara vez más alto. Busca su alimento en las ramas, rara vez
en hojas. Pasa la mayor parte del tiempo en la base de grandes árboles
explorando hendiduras entre las raíces. También en montones de ramas apiladas y
en árboles o arbustos muertos.
Por lo general se les observa trepando lianas de los árboles
y arbustos espinosos. Los troncos de cercas o postes los usan para perchar,
volando por distancias cortas. Forman grupos familiares. Su canto consiste en
la repetición de una sola nota, la cual es emitida en un segundo o fracción de
segundo. La hembra y el macho cantan al unísono, puede haber coros entre varios
individuos.
El nido es voluminoso. Por lo general, ponen sus nidos en
las acacias (Acacia sp.) a una altura de 3 a 3.5 m. El material utilizado en la
construcción es paja, varitas de hierbas, ramas de enredaderas y otros
materiales similares; el nido mide 356 mm de alto por 279 mm de diámetro en
promedio. En el mes de julio, Skutch (1940) observó muchas parejas y encontró
un nido con dos polluelos y un huevo infértil de color beige claro muy moteado
con café, que medía 26.2 x 17.5 mm. Se cree que tienen ayudantes no
reproductores. A 30.5 m de distancia del nido reproductor, donde la hembra
cuidaba a los polluelos, Skutch (1977) encontró un nido más pequeño, sobre un
cornizuelo, que tenía una sola entrada, éste era el nido dormitorio del macho,
la hembra dormía en el nido reproductor.
La zona costera de Chiapas se ve amenazada por la
agricultura, ganadería, deforestación y el desarrollo urbano. Sin embargo, la
pérdida del hábitat parece no afectar en gran medida a la especie, ya que se le
puede encontrar tanto en cultivos como cerca de habitaciones humanas. Hasta no
contar con mayor información sobre su conducta reproductiva, no se podrá
conocer el efecto de la pérdida de hábitat en el éxito de la especie.
Se trata de una especie endémica, restringida a una zona muy
pequeña (la costa de Chiapas) y aunque no parece verse afectada por la
perturbación humana, su rango tan restringido puede ocasionar que su situación
sea preocupante en algunos años, además de no ser muy común en las áreas donde
se encuentra.
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